Alarma en el sector ante la constante bajada en el consumo de áridos
En el ecuador de este año, las alarmas siguen encendidas en el sector de los áridos, en donde desde hace casi cuatro años la demanda ha caído por debajo del 30% con respecto a años anteriores. La crisis al sector llegó más tarde que en otros territorios, al depender en mayor grado de la obra civil y no tanto de la edificación, pero el agotamiento financiero y los recortes presupuestarios de las administraciones ha hundido la demanda a unos niveles mínimos jamás conocidos.
El otro factor clave es la distorsión profunda que está sufriendo el mercado. Con una capacidad productiva sobrada para abastecer el territorio a través de nuestros propios recursos, el sector sigue viendo como se utilizan recursos de las autonomías limítrofes que llegan con precios por debajo de coste de producción debido a que están sujetos a otro nivel de legislación y control tanto medio ambiental como de seguridad.
Está situación marca evidentemente un plazo de caducidad de los centros productores, que amenaza con un panorama de escasez y carestía a medio plazo, en un territorio con recursos propios suficientes para satisfacer la demanda razonable de una sociedad moderna y con aspiraciones de sostenibilidad como la nuestra.
Por otro lado según ANEFA la variación del consumo de áridos para la construcción de 2006 a 2015 en el País Vasco a caído el 81.5% con un ratio de 1.43t/habitante la cuarta comunidad por la cola después de C. valenciana, canaria, y Madrid.
Además, debido a la incertidumbre política así como al parón recaudatorio, no auguran buenos momentos para un sector ya muy castigado.